Los contratos de alquiler de locales comerciales deben contar con cláusulas claras y condiciones precisas. Nuestro modelo de contrato para el alquiler de un local está diseñado para proporcionar una base sólida, que contempla los diferentes aspectos del arrendamiento y se adapta a las particularidades del local de negocio.
Facilidad y Personalización
Proporcionamos una plantilla de contrato de alquiler que facilita la redacción del contrato de arrendamiento para un local comercial. Esta plantilla permite una personalización completa, adaptándose a las necesidades específicas del arrendador y el arrendatario, y desarrollando un acuerdo justo y transparente.
El modelo para el contrato de Documainly cumple con la normativa vigente, facilitando así la validez del contrato de arrendamiento de un local en muchos casos (no todos).
Contratos de Alquiler de Locales Comerciales: Variedad y Adaptabilidad
En nuestra plataforma, ofrecemos variedad en opciones de personalización para el contrato de alquiler de locales comerciales, permitiendo crear el modelo de contrato que más se ajuste a las circunstancias del arrendamiento. Cada contrato de alquiler de local de negocio en Documainly ha sido cuidadosamente elaborado para ofrecer adaptabilidad y cumplimiento.
Descargar un contrato de arrendamiento de local comercial desde Documainly es un proceso sencillo y rápido. Además, proporcionamos guía y asesoramiento para rellenar cada cláusula del contrato de arrendamiento del local.
La elección de un contrato de alquiler para un local adecuado es crucial para establecer una relación arrendaticia clara. Documainly es tu aliado en este proceso (aunque en caso de duda consulta con un abogado), ofreciendo modelos de contrato de arrendamiento de local y plantillas que se ajustan a tus necesidades, cumplen con la legislación en muchos casos (no todos) y facilitan la gestión del arrendamiento.
PREGUNTAS FRECUENTES
El contrato de alquiler de un local comercial es un documento esencial para regular la relación entre el propietario del inmueble y el arrendatario que lo utiliza para desarrollar una actividad empresarial o comercial. Este tipo de contratos se encuentra regulado principalmente por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), aunque existen algunas particularidades respecto a los contratos de alquiler de viviendas. A continuación, respondemos a las dudas más frecuentes que surgen en torno a este contrato.
¿Qué diferencia hay entre el alquiler de un local comercial y una vivienda?
El alquiler de un local comercial y el de una vivienda están regulados de forma diferente por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Mientras que los contratos de alquiler de vivienda están destinados a cubrir una necesidad básica de vivienda y, por tanto, tienen una regulación más protectora hacia el inquilino, los contratos de alquiler de locales comerciales se centran en el uso empresarial o comercial del inmueble.
En este sentido, los contratos de locales comerciales suelen tener más libertad en cuanto a la negociación entre las partes. Esto permite que propietarios y arrendatarios acuerden aspectos clave del contrato, como la duración, las renovaciones y la actualización del precio, sin estar sujetos a los mismos límites que en el alquiler de viviendas.
¿Cuál es la duración mínima de un contrato de alquiler de local comercial?
A diferencia de los contratos de vivienda, la ley no establece una duración mínima para los contratos de alquiler de locales comerciales. Las partes son libres de pactar la duración que mejor les convenga. No obstante, es común que se establezcan plazos de cinco años o más para garantizar la estabilidad tanto al arrendador como al arrendatario, ya que las actividades comerciales requieren de una mayor planificación y desarrollo.
En cualquier caso, es fundamental que la duración quede claramente especificada en el contrato, ya que una vez finalizado el plazo, el arrendatario deberá abandonar el local a menos que se acuerde una renovación o prórroga del contrato.
¿Cómo se actualiza el precio del alquiler en un local comercial?
La actualización de la renta en los contratos de alquiler de locales comerciales se realiza en los términos pactados entre las partes en el contrato. Generalmente, se utiliza el Índice de Precios al Consumo (IPC) como referencia para ajustar el alquiler a lo largo del tiempo y evitar que el valor de la renta quede desfasado por la inflación.
Si no se especifica nada en el contrato sobre la actualización de la renta, no será posible incrementarla durante el tiempo de duración del contrato. Por este motivo, es aconsejable incluir una cláusula específica que regule el proceso de actualización de la renta, así como el índice que se utilizará para ello.
¿Qué gastos corresponden al arrendatario y cuáles al arrendador?
En los contratos de alquiler de locales comerciales, el reparto de gastos puede ser pactado libremente entre las partes, lo que otorga flexibilidad para adaptar el contrato a las necesidades de ambos. Sin embargo, hay ciertos gastos que comúnmente corresponden a cada una de las partes:
- Al arrendador: generalmente le corresponde el pago de los impuestos relacionados con la propiedad, como el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), así como los gastos estructurales del local, como reparaciones importantes o mantenimiento de la fachada.
- Al arrendatario: suele hacerse cargo de los gastos operativos relacionados con el uso del local, como el suministro de agua, electricidad, teléfono, internet, así como los gastos de acondicionamiento o adecuación del local para la actividad comercial.
Es importante dejar claro en el contrato qué gastos correrán a cargo de cada parte, para evitar conflictos durante la relación contractual.
¿Qué sucede si el arrendatario desea realizar obras en el local?
El arrendatario puede necesitar realizar obras o reformas en el local para adaptarlo a su actividad comercial. Sin embargo, salvo que se pacte lo contrario, el arrendatario necesita la autorización expresa del arrendador para realizar cualquier tipo de obra que afecte a la estructura del local o implique modificaciones significativas.
El contrato debe especificar qué tipo de obras están permitidas y bajo qué condiciones, además de establecer qué sucederá al finalizar el contrato. En algunos casos, el arrendador puede exigir que el local sea devuelto en las mismas condiciones en las que fue alquilado, lo que significa que el arrendatario deberá retirar las mejoras realizadas, a menos que se acuerde lo contrario.
¿Se puede traspasar el contrato de alquiler a otra persona?
El traspaso o cesión del contrato de alquiler de un local comercial a otra persona es posible, pero depende de lo que se haya pactado en el contrato original. En muchos casos, los arrendadores incluyen una cláusula que prohíbe expresamente el traspaso o cesión del contrato sin su autorización.
Si no hay ninguna prohibición en el contrato, el arrendatario puede ceder el contrato a un tercero, siempre que mantenga las mismas condiciones establecidas en el acuerdo original. Además, el arrendador puede exigir al arrendatario una compensación económica por el traspaso, lo que se conoce como derecho de traspaso.
¿Cómo finaliza el contrato de alquiler de un local comercial?
El contrato de alquiler de un local comercial puede finalizar de diversas formas, según lo acordado en el documento:
- Por expiración del plazo pactado: si no se renueva el contrato, el arrendatario deberá abandonar el local al finalizar el plazo estipulado.
- Por acuerdo mutuo: ambas partes pueden decidir finalizar el contrato antes de la fecha de vencimiento si así lo acuerdan.
- Por incumplimiento de una de las partes: si una de las partes incumple alguna de las cláusulas del contrato, la otra puede solicitar la rescisión del contrato. Los incumplimientos más comunes suelen estar relacionados con el impago del alquiler o la realización de obras no autorizadas.
Es recomendable que ambas partes revisen el contrato antes de la firma para estar al tanto de los derechos y obligaciones, así como de las consecuencias de una terminación anticipada o por incumplimiento.