En Documainly, entendemos la importancia de contar con documentos claros y bien estructurados. Si estás buscando un contrato de depósito, estás en el lugar adecuado.
Aquí te proporcionamos toda la información necesaria sobre los contratos de depósito y cómo personalizarlos utilizando nuestros modelos en formato WORD.
Ejemplo de Contrato de Depósito
Para facilitarte el proceso, ofrecemos un ejemplo de contrato de depósito que puedes descargar y personalizar en formato WORD. Este modelo está diseñado para ser fácilmente adaptable a tus necesidades específicas, asegurando que todos los aspectos clave del acuerdo queden cubiertos.
PREGUNTAS FRECUENTES
El contrato de depósito es un acuerdo legal mediante el cual una persona (depositante) entrega un bien a otra (depositario) para que lo custodie y lo devuelva en el momento pactado. Este contrato es común en situaciones en las que se necesita proteger un bien temporalmente, como el almacenamiento de objetos en guardamuebles o depósitos bancarios. A continuación, respondemos a las preguntas más frecuentes sobre este tipo de contrato en España.
¿Qué es un contrato de depósito?
El contrato de depósito es un acuerdo en el que el depositante entrega un bien (mueble o inmueble) al depositario para que lo guarde de manera segura y lo devuelva cuando se solicite o cuando finalice el plazo establecido en el contrato. El depositario no tiene derecho a usar el bien, salvo que el contrato lo permita, y su principal obligación es conservarlo en las condiciones en que le fue entregado.
Este contrato está regulado por el Código Civil español y puede ser gratuito o con retribución, dependiendo de lo acordado entre las partes.
¿Cuáles son las obligaciones del depositario?
El depositario asume varias obligaciones al aceptar un contrato de depósito:
- Custodiar el bien: Debe proteger el bien entregado, adoptando las medidas necesarias para evitar su pérdida, daño o deterioro. La custodia implica que el depositario actúe con diligencia y tome las precauciones necesarias para garantizar su conservación.
- Devolver el bien: El depositario está obligado a devolver el bien en las mismas condiciones en que lo recibió, salvo el deterioro normal por el paso del tiempo. La devolución debe hacerse en el momento acordado o cuando el depositante lo solicite, siempre que esté dentro del plazo pactado.
- No usar el bien: Salvo que se acuerde lo contrario, el depositario no puede utilizar el bien depositado para su propio beneficio. Si lo hace sin permiso, podría incurrir en responsabilidades por uso indebido.
En caso de que el bien sufra daños o se pierda por negligencia del depositario, este puede ser responsable de indemnizar al depositante.
¿Qué derechos tiene el depositante?
El depositante, al entregar el bien, también tiene derechos que deben ser respetados por el depositario. Algunos de estos derechos son:
- Derecho a la devolución del bien: El depositante puede exigir que el depositario le devuelva el bien en el plazo acordado o cuando lo necesite, siempre que sea conforme a los términos del contrato.
- Derecho a ser informado: Si durante el depósito se produce algún incidente que afecte al bien, como un daño o un cambio en las condiciones de conservación, el depositario debe informar al depositante de inmediato.
- Indemnización por daños: Si el bien depositado sufre daños debido a la negligencia o mala actuación del depositario, el depositante tiene derecho a reclamar una indemnización por los perjuicios sufridos.
¿Qué sucede si el depositario pierde o daña el bien?
Si el bien depositado se pierde, sufre daños o deterioro durante el periodo de depósito y esto se debe a una actuación negligente del depositario, este estará obligado a indemnizar al depositante por los daños causados. La responsabilidad del depositario es mayor cuando se trata de bienes valiosos o frágiles, lo que implica que debe tomar medidas adicionales para garantizar su custodia adecuada.
En caso de pérdida total del bien, el depositario deberá restituir al depositante el valor equivalente al del bien al momento en que fue entregado.
¿Es necesario formalizar el contrato de depósito por escrito?
El contrato de depósito puede ser verbal o escrito. Sin embargo, es recomendable formalizarlo por escrito para evitar malentendidos o problemas futuros, especialmente cuando se trata de bienes de alto valor o cuando el depósito incluye condiciones específicas sobre la conservación o uso del bien.
En un contrato de depósito escrito, se deben detallar aspectos como:
- Identificación de las partes (depositante y depositario).
- Descripción del bien depositado.
- Plazo del depósito y condiciones de devolución.
- Obligaciones de las partes y, si corresponde, el precio pactado por la custodia.
Formalizar el contrato por escrito ayuda a garantizar que ambas partes tengan claro el alcance de sus derechos y obligaciones.
¿Qué diferencia hay entre un depósito regular y un depósito irregular?
Existen dos tipos principales de depósitos: el depósito regular y el depósito irregular.
- Depósito regular: En este tipo de depósito, el depositario está obligado a devolver exactamente el mismo bien que le fue entregado. Por ejemplo, si se deposita una joya, el depositario deberá devolver esa misma joya.
- Depósito irregular: En el caso del depósito irregular, el depositante entrega bienes fungibles (como dinero o productos agrícolas), que no tienen que ser devueltos exactamente en la misma forma, sino que se puede devolver un equivalente. Un ejemplo común es el depósito bancario, donde el dinero depositado no se guarda tal cual, sino que el banco devuelve una cantidad equivalente.
Ambos tipos de depósito están regulados por el Código Civil, pero sus condiciones y consecuencias varían según el tipo de bien depositado.
¿Qué ocurre si el depositante no reclama el bien dentro del plazo pactado?
Si el depositante no reclama el bien dentro del plazo acordado en el contrato, el depositario puede pedir instrucciones al depositante sobre qué hacer con el bien. En algunos casos, si el bien no es reclamado en un tiempo prudencial y el depositante no responde, el depositario puede solicitar la intervención judicial para resolver el destino del bien o, si las condiciones lo permiten, ponerlo a disposición de las autoridades.
En ningún caso el depositario puede disponer del bien como si fuera suyo, salvo que el depositante renuncie expresamente a él o así lo establezca el contrato.
¿Cuándo finaliza el contrato de depósito?
El contrato de depósito finaliza cuando el depositario devuelve el bien al depositante en las condiciones pactadas. También puede extinguirse si:
- Vence el plazo acordado y el depositante no reclama el bien.
- Se pierde el bien de forma no imputable al depositario (por ejemplo, en caso de fuerza mayor).
- Por acuerdo mutuo entre las partes.
Una vez que el bien es devuelto, ambas partes quedan liberadas de sus obligaciones.


